¿Qué significa diseñar en el siglo XXI? ¿Qué respuestas han de ofrecer las escuelas de diseño frente a semejante pregunta? ¿Por qué es necesario evaluar constantemente la formación de los comunicadores visuales en el país y en el mundo? ¿Hacia dónde dirigimos la mirada y ponemos la atención si debemos buscar el sentido que justifique, incluso, el estarnos cuestionando esto? En principio, es importante señalar que estas preguntas no van orientadas a los diseñadores, a los objetos de diseño, al proceso de manufactura o a su red de distribución. Es a los fundamentos de la comunicación visual y su relación con los problemas del mundo contemporáneo. A la necesidad de evaluar la orientación de la educación en diseño a fin de darle respuesta a las urgencias de nuestro planeta. Y a la tarea de adecuar el diseño a los objetivos del milenio propuestos por la ONU. Es ahí donde las preguntas tienen su meta, su justificación real. “El Proyecto del Milenio recomienda que los donantes internacionales movilicen el apoyo a las actividades globales de investigación científica y de desarrollo para atender a las necesidades especiales de los pobres en las esferas de la salud, la agricultura, la gestión ambiental, la […]
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